¿Cómo lograr un buen trabajo en equipo en las empresas sin tener dolores de cabeza?
Si una empresa quiere mejorar la productividad de sus equipos de trabajo, debe mirar de cerca el clima y la cultura que en la práctica cotidiana se está desarrollando. Aunque no es el único factor, sí es uno que puede marcar una diferencia importante a corto, mediano y largo plazo en la organización.
CLIMA Y CULTURA ORGANIZACIONALTRABAJO EN EQUIPO
¿Quién no recuerda cómo era trabajar en equipo en el colegio?
En el mejor de los casos, cada miembro se comprometía a hacer su parte para, al final, juntarlas y hacer la exposición o entregar el trabajo. Sin embargo, era muy común encontrar personas que solo aparecían para recibir las buenas notas, el buena gente que hacía reír a todo el mundo pero no aportaba nada o esa persona problemática a la que no le gustaban ninguna de las ideas y entorpecía el trabajo.
Por lo general el ambiente se ponía tenso, la gente estaba estresada, se respondían de forma agresiva buscando defender sus ideas o tratando de imponer su punto de vista. Sé de muchas amistades que terminaron por un trabajo en equipo.
Algo así sucede en los lugares de trabajo. Aún puedes encontrar personas a las que les cuesta escuchar y aceptar las ideas diferentes, que solo ven los problemas y ninguna solución, o que les cuesta seguir el liderazgo de algún compañero.
¿Cómo una empresa puede mejorar el trabajo y las relaciones en sus equipos?
A través de una buena cultura y un clima saludable.
¿Por qué?
Porque una cultura (cómo somos y nos comportamos aquí) que fomenta los siguientes aspectos, hace que el ambiente relacional sea bastante sano:
Reconocimiento de las personas y sus aportes a nivel individual.
Vínculos laborales sanos.
Respeto por la individualidad.
Patrones de comportamiento de cuidado y respeto.
Buscarán la equidad y que todos ganen.
Entenderán y aplicarán el concepto de interdependencia (tú tienes algo que yo necesito y yo tengo algo que tú necesitas para alcanzar los objetivos).
Este tipo de cultura favorece el desarrollo de dinámicas que impactan directamente el trabajo en equipo y el clima organizacional (cómo nos tratamos aquí), pues cada uno de sus miembros:
Valorarán los aportes y esfuerzos individuales que aporten a los logros colectivos.
Estarán abiertos a escuchar nuevas propuestas, aunque sean diferentes a las propias.
Manejarán mejor sus emociones y la expresión de estas.
Se sentirán responsables por su crecimiento personal y desarrollo profesional.
Si una empresa quiere mejorar la productividad de sus equipos de trabajo, debe mirar de cerca el clima y la cultura que en la práctica cotidiana se está desarrollando. Aunque no es el único factor, sí es uno que puede marcar una diferencia importante a corto, mediano y largo plazo en la organización.

