Liderarte para liderar

Un líder no puede dar de lo que no tiene. Un buen líder trabaja en sí mismo, en sus habilidades, emociones y capacidad de comunicación antes de trabajar con los demás.

LIDERAZGO

Luis Zafra Zafra

9/15/20212 min read

En alguna oportunidad me contactó alguien con gran preocupación por algo que podría considerarse insólito; su angustia era que lo habían ¡ascendido!!  Sí, en nuestra cultura y sociedad es de esperar que las consultas sean por cosas con aspectos más negativos: no logré el trabajo porque me hace falta tal competencia o debo desarrollar estas habilidades para aplicar a esa vacante.

Pues este no era el caso. Víctor quería que lo ayudará porque necesitaba solucionar su miedo por ser el nuevo Gerente Latam de Logística, entonces empezamos el proceso de diagnóstico para definir la ruta. En la entrevista quedaron claras las habilidades y competencias que lo habían convertido en la elección para ese cargo: su enfoque en los resultados, su conocimiento técnico y operativo del negocio, su capacidad de respuesta a las solicitudes directas durante su carrera, su vocación y entrega cómo director de la planta, su indiscutible capacidad táctica.

La conversación también arrojó un perfil personal introvertido, con habilidades sociales básicas, una concentración en mantenerse actualizado en temas técnicos, alta capacidad de compromiso para la obtención de soluciones, resistencias internas a actividades de integración y/o esparcimiento en la empresa y un relacionamiento muy respetuoso pero limitado con sus compañeros y equipo de trabajo.

Fueron claras para mí las razones del miedo de Víctor; él era una gran promesa para el cargo, teniendo muchas de las habilidades y competencias requeridas pero no estaban integradas, apropiadas y funcionales en él. Requería entonces trabajar en su SER líder y le propuse realizar TIL-Técnicas Impro para el Liderazgo en formato personalizado. Le dije: asume el reto de “liderarte para liderar a personas y situaciones”.

Es un proceso de 8 líneas de habilidades y competencias que trabaja el TIL, debíamos trabajar en la estructura personal para que desde ahí pudiera integrar y actuar coherentemente con su conocimiento; es decir, desde el SER para el HACER.

Trabajar cosas como:

១ Comunicación Resolutiva: Comprender la comunicación como algo más que la mera entrega de información, reconociendo que su punto más delicado es la carga emocional que le damos en el relacionamiento.

១ Pensamiento Conjunto: Necesitaba dejar de pensar por los demás para pensar con los demás y delegar.

១ Manejo Emocional: Somos seres emocionales y si no expresamos las emociones, los otros no sabrán leernos y no podremos generar confianza y credibilidad.

១ Estatus Situacional: Las relaciones son un juego de transacciones y, como en un balancín, debemos ajustar los pesos y contrapesos para que el juego se mantenga interesante y valioso para todos.

១ Capacidad de Riesgo: Tener buenas ideas no significa nada si no asumes el reto de hacerlas realidad motivando, alineando, empoderando y reconociendo cada paso y logro del proceso obtenido con tu equipo.

Trabajamos durante 6 sesiones, donde lo más importante fue lograr un alto grado de consciencia en Víctor, consciencia de sus habilidades y capacidades. Lo anterior le permitió entender que esto es un proceso continuo que busca el equilibrio personal en todos los aspectos de la vida, que no se trabajó para un rol en particular sino para su propio crecimiento y desarrollo.

Ya ha pasado un año de ese proceso y, desde entonces, separa una sesión mensual para reunirnos a revisar su proceso y cómo se evidencia en su desempeño general. Y puedo decir que disfruto mucho saber que tiene más tiempo para su familia, que su equipo ha logrado superar su desempeño un 20% de lo esperado, que la comunicación con su equipo es fluida y de confianza, que sus jefes reconocen y validan el acierto de haberlo nombrado en ese cargo y, sobre todo, me alegra ver que Víctor cada día sigue trabajando y disfrutando en ser su mejor versión porque hay que liderarse para liderar.